Uno de los episodios más extraños de la temporada 2021 de MotoGP fue la expulsión de Maverick Viñales en la doble cita del campeonato en Austria. En la primera de las dos carreras, el español -que ya había anunciado que dejaría el equipo a finales de año- llevó el motor de su moto por encima del límite de revoluciones a propósito.
Esto ocurrió tras un problema en la reanudación que le hizo quedarse en la parrilla. Así que para el jefe de Yamaha en MotoGP, Lin Jarvis, el español demostró que no tenía la fuerza mental para ser un día campeón en la categoría reina del Campeonato del Mundo de MotoGP.
“La frustración y el enfado le llevaron a comportarse de una manera inaceptable para un profesional. No tuvimos más remedio que suspenderlo. Eso marcó el final de nuestra relación”, dijo Jarvis.
“Tiene el talento para ganar el campeonato del mundo, pero no sé si tiene la fuerza mental. Sin embargo, eso no es algo que podamos arreglar… y ya no es nuestro problema”.
El directivo dijo además que se sorprendió cuando Maverick dijo que no quería seguir corriendo con el equipo, a pesar de tener contrato hasta finales de 2022: “cuando en Assen nos dijo que no quería llegar al final de su contrato, todos nos sorprendimos. ”
“Acepté su decisión, porque no estoy a favor de obligar a la gente a quedarse cuando quiere irse. Si alguien no está contento, debería poder ir a hacer otra cosa”.